Va más allá de la simple reflexión; también se usa para cuestionar la opinión de alguien o expresar escepticismo. Se puede utilizar para todo, desde una contemplación seria hasta bromas ligeras.

Este emoji recuerda a la estatua de «El pensador» de Rodin. Aunque pueda parecer un símbolo de profunda contemplación, en internet se usa más a menudo con un matiz sarcástico para dudar o burlarse de la lógica de alguien, en plan «¿Pero eso tiene sentido?».