Este emoji es más que inexpresivo; a menudo se usa para mostrar sutilmente sentimientos negativos como el aburrimiento o la irritación. Es perfecto para cuando piensas: "No me puedo creer esto", en respuesta a lo que alguien ha dicho.

En Occidente, captura perfectamente la sensación de no estar impresionado o de "meh". En Corea, de forma similar al acto de "poner cara seria", a veces se usa para enfriar deliberadamente el ambiente o mostrar molestia hacia alguien. También se puede usar con autocrítica ante una situación absurda que estás viviendo.