Este emoji va más allá de la simple timidez para capturar la sensación de turbación de no saber qué hacer en una situación inesperada. Es ideal para cuando te descubren un secreto o te quedas sin palabras ante una pregunta repentina.

Mientras que en las culturas orientales se usa a menudo para expresar modestia o timidez en respuesta a los cumplidos, en Occidente tiende a centrarse más en los sentimientos románticos o en la vergüenza por un gran error. Aunque existen sutiles diferencias culturales, es un emoji con el que es fácil identificarse, ya que se basa en la reacción física universal de que "se te suban los colores a la cara".