Hoy en día, se ha convertido en una máquina que apenas se usa, desplazada por el correo electrónico y la mensajería instantánea. Por lo tanto, puede simbolizar "tecnología antigua" o "trámites de oficina frustrantemente lentos".

Aun así, en algunos países como Japón y Alemania, las máquinas de fax siguen teniendo un uso importante en las oficinas gubernamentales. Por eso, se menciona como un caso interesante de un método analógico que persiste en la era digital, o se usa para bromear sobre estar "anticuado".