Este símbolo se popularizó en el Imperio Otomano, estableciéndose como un emblema representativo del mundo islámico. La media luna puede significar un nuevo comienzo, mientras que la estrella representa la luz y el conocimiento.

Hoy en día, se usa más allá de su significado religioso como símbolo de identidad nacional y cultural en países como Turquía y Pakistán. Sirve como motivo de inspiración en diversos campos como el arte, la arquitectura y la moda islámica, y también se usa para expresar orgullo cultural.