Este emoji va más allá de la simple repetición para simbolizar el esfuerzo positivo de practicar algo continuamente para dominarlo. Es útil al hablar de rutinas de estudio o de entrenamiento.

En la filosofía oriental, puede evocar conceptos como la reencarnación o una visión cíclica del mundo. Mientras tanto, en Occidente, se puede usar como una 'cinta de Möbius' infinita para describir una situación de la que se quiere escapar o una persona en la que no se puede dejar de pensar.