Cada una de las tres flechas simboliza las tres etapas del reciclaje: recogida, reprocesamiento y renacimiento como un nuevo producto. Es un diseño que nos recuerda la circulación de la naturaleza y el valor de los recursos.

Este símbolo nació de un concurso para conmemorar el primer Día de la Tierra en 1970. Desde que fue diseñado por un estudiante universitario de 23 años, se ha convertido en uno de los símbolos de campañas públicas más exitosos del mundo. Ahora es un símbolo universal que trasciende el idioma, representando un compromiso con la protección del medio ambiente.