Este símbolo representa visualmente identidades que incluyen tanto la masculinidad como la feminidad o que trascienden sus límites. Es un símbolo importante que transmite un mensaje social de respeto a la diversidad más allá del binarismo de género.

Añadido a Unicode en 2020, este es un emoji relativamente nuevo que muestra el progreso del movimiento por los derechos LGBTQ+. Ha facilitado la expresión de la propia identidad y la muestra de solidaridad en los espacios en línea. La aparición de este emoji es un buen ejemplo de cómo el mundo digital se está volviendo más inclusivo.