Este gesto con el dedo tiene una larga historia que se remonta a la antigua Grecia. Ya en aquel entonces, se dice que se usaba como un grave insulto que expresaba desprecio y ofensa.

En la actualidad, a veces se usa como símbolo de contraculturas como el punk rock, expresando desafío a la autoridad. Sin embargo, en la mayoría de las culturas sigue considerándose el insulto más directo y fuerte, por lo que su significado se reconoce casi universalmente como negativo. Por eso es uno de los emojis que requiere más precaución al usarlo.