Hoy en día, el oso polar se ha convertido en un símbolo del cambio climático y la protección del medio ambiente. Se usa para expresar preocupación por los osos polares en peligro de extinción debido al derretimiento de los glaciares y para llamar la atención sobre los problemas medioambientales.

Gracias al simpático personaje de los anuncios de Coca-Cola, ha ganado una imagen entrañable en todo el mundo. Un dato curioso es que, aunque el pelaje del oso polar es blanco, su piel es negra. Al igual que este dato oculto, el emoji también encierra historias profundas, desde la ternura hasta los problemas medioambientales.